COMPRENDAMOS

Al entrar en la cápsula de tiempo, Minerva de la Cruz lanzó varias maldiciones a su gran estatura: el espacio disponible era muy pequeño para sus largas piernas y brazos. Desde el exterior, el doctor Aim le indicó como reajustar el asiento para ganar un poco de espacio ante la consola de mandos.

Cuando todo estuvo preparado, Aim dijo:

-Ahora activaremos la membrana cronosmótica.

La superficie de la cápsula se volvió un convexo espejo de obsidiana. Desde el interior, Minerva seguía viendo al doctor Aim, pero los instrumentos confirmaban que la membrana estaba conteniendo el flujo de información que trataba de abandonar la máquina del tiempo.

-Según nuestras lecturas, la membrana está funcionando perfectamente. -dijo el doctor, tratando inútilmente de fisgar a través de su reflejo- Es el momento de que te proporcionemos los detalles de tu expedición, Minerva.

En la pantalla de la consola aparecieron los pormenores: nombres, fechas de nacimiento y de muerte, países de origen. Los nombres de mujeres que habían sido discriminadas y marginadas; quienes debieron haber destacado y cambiado el mundo, pero que habían desaparecido de la historia durante el siglo XXI.

-Estas mujeres son la clave de la pérdida de todos los adelantos que se habían previsto para la humanidad durante los últimos tres siglos y que hemos esperado en vano. -El doctor Aim señalaba los nombres- Hemos reducido la lista todo lo que pudimos. Esperamos rescatar todo avance fundamental, pero es seguro que de todas maneras se perderán muchas cosas.

Minerva estudiaba atentamente la lista a medida que surgía de la impresora. Había más de cincuenta nombres. El encontrar y proteger a todas estas personas sería un trabajo enorme, aún utilizando los avanzados recursos de la cápsula de tiempo. No tenían medios para rescatar a más, a menos que se intentara la reforma completa de los siglos del oscurantismo, pero eso se antojaba casi imposible.

-Ya terminamos la transferencia de datos. Te enviaremos al pasado y confiaremos que la membrana cronosmótica te proteja de las paradojas que pudieran establecerse. Hemos calculado que el efecto de inercia temporal se traducirá en un retraso de un par de meses, contados a partir de hoy, hasta que los efectos de tu misión se propaguen y nos alcancen, transformándonos. Buena suerte.

Minerva conectó la energía, la cápsula se sacudió, un fulgor naranja llenó el aire y hubo un estampido. Abrió los ojos para encontrar la consola chamuscada e inservible. Salió de la máquina del tiempo y pudo comprobar que había viajado al pasado simplemente al observar el color del cielo: nada de azul, sólo un gris siglo XXI. Sin la cápsula no podría encontrar a tiempo a todas las personas de la lista, tendría que tratar de ayudarlas de otro modo.
* * *
La doctora Aim esperó un par de meses y luego otros dos más antes de que sus esperanzas en el buen resultado del proyecto Minerva empezaran a flaquear. Tomó el expreso para Alfa del Centauro y se dedicó a pensar en otra cosa.